Casa do Cabildo

No se trata de un edificio. Es una fachada ornamental, un frente construido a modo de gran palacio pero cuyo interior tiene apenas cuatro metros de profundidad. Su finalidad es puramente estética, adecuada para cerrar la plaza de Platerías y tapar los laterales que, hasta entonces, mostraban las casas anexas. Se inició en 1759, terminándose en 1795. Construida por Clemente Fernández Sarela, su función fue enriquecer el espacio de la plaza. De ahí su carácter decorativo.

El edificio está realizado en sillería de granito con cubiertas de teja. Posee tres alturas rematadas por una dinámica balaustrada adornada por numerosos motivos jacobeos. Los bajos del edificio albergan varias joyerías.

Vemos así, un buen ejemplo de un fin puramente estético en arquitectura